El Coloso de Rodas
Edificado en el año 392 a.C., El Coloso de Rodas, fue una enorme estatua que rendía homenaje a Helios (Dios griego del sol) situada en el puerto de Rodas (Actualmente Grecia), dicha estatua alcanzaba los 32 metros de altura.
Se cuenta que El Gran Coloso de Rodas se mantenía parado sobre la entrada del puerto, y era de tal magnitud que las embarcaciones podían pasar por debajo de sus piernas, aunque estudios y análisis recientes, sugieren que por el peso y la magnitud de la estatua, no sería posible mantenerse en pie en esta postura, por lo que pudo haber estado en otra posición.
Se atribuye la autoría de la estatua a el escultor Cares de Lindos, encargado del diseño y la construcción utilizando principalmente bronce. Por desgracia, la estatua no aguantó mucho en pie ya que el 226 a.C. un terremoto la derrumbo. Sus piezas de bronce permanecieron hundidas en la bahía de Rodas durante mil años cuando los musulmanes en una de sus excursiones se apoderaron del bronce del que estaba hecho.
Rodas fue un centro comercial situado en medio del Mediterráneo durante la época helénica, después de Alejandro Magno. La riqueza y la posición estratégica de la isla conforme a las rutas comerciales no pasaron desapercibidas para los gobernantes extranjeros y pronto fueron envidiadas y codiciadas. La ciudad sufrió un asedio el 305 a.C. por parte de Demetrio, enviado por su padre Antígono, rey de Macedonia. Rodas hizo frente a tal amenaza aliándose con Ptolomeo, enemigo de Antígono, para poder defenderse de su potencia militar naval.
Tras un año bajo asedio constante, el pueblo de Rodas se mantuvo firme gracias a su excelente infraestructura defensiva basada en fuertes. Finalmente los macedonios abandonaron el intento de conquista de la rica isla.
Los macedonios dejaron en Rodas grandes cantidades de material bélico cuando desistieron, entre ellos una torre de asedio de 37 metros. Los gobernantes de Rodas, con un espíritu comercial insaciable, vendieron tal artefacto en una de sus operaciones comerciales. La ciudad ya era rica de por si, de modo que decidieron invertir el dinero en una gigantesca estatua honrando a su dios protector Helios. De este modo, el Coloso de Rodas tuvo los recursos financieros suficientes para pasar a ser uno de los proyectos arquitectónicos más espectaculares y ambiciosos de la época.
Helios era el dios del Sol en la antigua Grecia, descendiente de los Titanes Hyperion y Theia. En la antigua Grecia no se adoraba a los dioses de forma homogénea en todas las regiones, pero en Rodas se adoraba a este dios con devoción. Helios era el patrón de la isla y disponía de múltiples homenajes como la fiesta de Halieia o unos juegos parecidos a las olimpiadas en su honor. El nombre de Rodas deriva de el nombre Rhodos, la mujer que le dio 7 hijos al dios del sol. Posteriormente Helios pasó a estar estrechamente relacionado con el concepto de el dios Apolo.
